Última noche en
que "Encarna la del Manila", mi madre, friega los pasillos de esta centenaria casa.
Por ella han pasado varias generaciones de esta familia. Recuerdo a la
abuela Carmen sentada en su sillón de anea. ¡Cómo nos gritaba a mis hermanos y
a mí! Aquella zapatilla lanzada por mi madre, dirigida a nosotros y aterrizó en
la cabeza de la abuela. — ¡Que me has
pegado, gran puta! — Le gritaba a mi
madre, mientras nosotros nos meábamos de risa.
lunes, 24 de diciembre de 2012
RECUERDOS
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